Parte del mérito del buen estado del museo es de los trabajadores de Serveo, encargados de mostrar en su máximo esplendor la obra de Frank Gehry desde el primer día.

Muestra de este gran trabajo es el dorado característico que adquiere el museo los días que llueve, y que no se consigue solamente por el material del que está hecho, el titanio, sino que también requiere del cuidado diario de los 14 escaladores del equipo de mantenimiento de Serveo.