Por el aeropuerto de Madrid pasan diariamente más de 155.000 personas y por el de Barcelona más de 137.000, cada una con un destino, con un propósito. Un trasiego de personas que no cesa y que no entiende de horarios, idiomas o culturas. Pero si algo tienen todas en común es que esperan encontrar en el aeropuerto todo aquello que necesitan. Nuestros trabajadores lo saben de primera mano y se esfuerzan cada día en hacer de los aeropuertos la mejor sala de espera posible.

Para que este sistema funcione, y cada historia llegue a su destino, el papel de Serveo es esencial. Nuestra labor requiere de los mejores especialistas, preparados para cualquier situación y contratiempo, porque, para Serveo, cada pasajero es mucho más que una cifra.